Conjeturas Edición 424

La democracia ha dictado su fallo

María Stella Jara, la jueza que hace algunos días condenó a 30 años de prisión al coronel (r) Alfonso Plazas Vega como responsable de la desaparición de 11 personas durante la retoma del Palacio de Justicia, en noviembre de 1985, tuvo que salir del país. Las constantes y delicadas amenazas contra ella y su familia de las que ha sido blanco desde el pasado mes de septiembre, fueron suficientes para tomar la determinación de exiliarse. La sombría táctica de las amenazas ha sido siempre un burdo recurso desestabilizador tendiente a promover condiciones de impunidad para que no tenga aplicación el derecho y predomine la fuerza de quienes pueden ejercerla en forma arbitraria. La alocución que hizo el presidente Uribe a favor del coronel condenado exacerbó sin duda, las ominosas amenazas contra la funcionaria y puso en grave riesgo su vida.
Es por eso que este tipo de actitudes autoritarias sobrepasan el límite y configuran una prueba más del facismo recalcitrante de las tesis uribistas en contra de la estructura democrática que consagra la Carta Magna, reafirman el absolutismo presidencialista que se ha instaurado en nuestra patria con la connivencia irresponsable tanto del sector político como del electorado adicto. Lo mas grave es que la tendencia es la de perpetuar semejantes desafueros. O si no !que hable Santos!
La jueza simplemente falló con base en las pruebas que se recogieron en el expediente. Los mismos superiores del entonces coronel (generales) dijeron que el encargado de todo el operativo de rescate y de las personas que salieron vivas y que luego aparecieron MUERTAS fue el coronel hoy condenado. La pruebas testimonial y documental (videos) son contundentes, como la grabación donde el coronel ordena: “Continúen trabajándolos hasta que canten”. Y es que, el Estado so pretexto de salvar la democracia no puede recurrir a los métodos de los delincuentes sean estos comunes o políticos, puesto que Colombia es un Estado de Derecho y con estatutos reglados. Otra cosa es que el propio presidente le haya puesto una lápida a la jueza en mención al cuestionarla por su fallo, sin esperarse incluso la apelación en curso. Además se debe investigar a los médicos que han certificado que el coronel se encuentra “deprimido” contrario a lo sostenido por medicina legal que lo ha declarado apto para ser enviado a una cárcel, tal como ocurre con el común de la personas. Recordemos además que el Coronel dijo que hacía lo que hacía el día de los hechos “para defender la democracia, maestro”. Hoy esa misma democracia que tanto dijo defender ha dictado su fallo: CULPABLE