Los falsos profetas de la Filosofía Ambientalista


El ex vicepresidente estadounidense, Al Gore, ganó un Óscar por su documental titulado; "Una Verdad Incómoda", y hace poco fue galardonado con el Premio Nóbel de la Paz 2007, compartido con el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU. No pocos de sus seguidores lo consideran como un profeta moderno, por su campaña contra el llamado calentamiento global provocado por el hombre y sus predicciones sobre las consecuencias catastróficas del mismo si no se detiene a tiempo. No obstante cabe preguntarse si no estamos realmente frente a otro falso profeta más, cuyas predicciones cataclísmicas jamás se cumplirán, como no se cumplieron las de sus antecesores del movimiento ambientalista moderno. Hoy en día existe un ecologismo práctico aterrizado en la realidad, que defiende la idea madura acerca de la administración razonable de los recursos naturales, la disminución de la contaminación del aire y las aguas, la protección de bosques y selvas y la conservación de la fauna. Pero también existe un ambientalismo político, sustentado supuestamente en la ciencia, con una agenda llamativa y englobante, concebida para transformar radicalmente la forma en que vivimos. Esa ideología política ambientalista y por supuesto las predicciones de sus pseudoprofetas e ideólogos referente al futuro de nuestro planeta y de la humanidad, nunca se han hecho realidad. Existen tres textos, a manera de libros "canónicos", que promovieron la instauración del movimiento ambientalista político, moderno: Silent Spring (La Primavera Silenciosa) escrito por Rachel Carson, 1962; The Population Bomb (La Bomba Demográfica), escrito por Paul R. Ehrlich y The Limits to Growth (Los Límites del Crecimiento), informe del instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT) para el Club de Roma en 1972. El primero predijo, con una falta absoluta de fundamentos científicos, que los productos químicos sintéticos modernos, en particular los pesticidas, causarían epidemias y cáncer, y que destruirían enormes cantidades de animales. Este libro llevó a la prohibición del DDT, sin embargo sus fantasiosas predicciones nunca se cumplieron y por el contrario, la prohibición y no el uso del pesticida han tenido consecuencias catastróficas en muchos países. En el folleto The Population Bomb, pone de manifiesto la política antinatalista del autor, Paul Ehrlich. En él predijo que "la batalla para alimentar a la humanidad ha terminado. Sus predicciones simplistas jamás se hicieron realidad. Y siempre se equivocarán, porque estos ideólogos ambientalistas modernos, invariablemente han subestimado la capacidad innovadora del ser humano y su habilidad para adaptarse a las circunstancias. Por su parte el informe The Limits to Growth, incluía la doctrina del agotamiento inminente de los recursos naturales a la luz de la creciente población mundial y el aumento de la contaminación ambiental, tampoco se han cumplido a pesar de que se han realizado dos revisiones del texto original, la última de las cuales se publicó en 2004. La actual superabundancia de recursos naturales es prueba de que el recurso más valioso con que cuenta la humanidad es el intelecto, pues gracias al ingenio del hombre, siempre se descubren nuevos recursos. Por ejemplo, gracias a la tecnología satelital, a la Internet y a los cables de fibra óptica, utilizados hoy para la transmisión de información, cada día se hace menos necesario el uso de cables de cobre. Al Gore, otrora vicepresidente de los Estados Unidos y de reciente visita en Colombia, convertido en el más famoso y actual ecoprofeta, preconiza que "… es necesario convertir el rescate del medio ambiente en el principio organizador central de la civilización". El alarmismo de este mercachifle y culebrero de la ecología es la creciente concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, debido a la emisión de hidrocarburos. Hoy tal supuesto tiene cada vez menos apoyo científico, pues estudios científicos serios apuntan hacia una causa ajena al ser humano. Sin embargo el mensaje político del ambientalismo sigue siendo: "Hagan lo que decimos o el cielo se va a caer y el mundo se va a acabar" Vale la pena ver los wikileaks sobre cambio climático para ver cómo con argumentos no científicos se está bloqueando el desarrollo de los países pobres (se les obliga a no emitir carbono a través de la compra de los bonos de carbono) mientras que los países desarrollados si pueden hacerlo) algo huele muy mal con el señor gore.