Conjeturas Edición 442

SALVADORES MESIÁNICOS

Faltando aún un año para las elecciones de gobernadores, alcaldes y concejales municipales, allá en lontananza empiezan a vislumbrarse los albores de los nuevos comicios y como impelidos por soplos divinos aparecen mesiánicos salvadores (en esta ocasión en cantidades asombrosas), pero al igual que en años anteriores y por quedarse sin argumentos en su locuaz promeserismo, echarán mano de nuevo al tan manido cuento de: “acabar con la pobreza y deserción escolar (analfabetismo)”, “mejorar salud, vivienda y seguridad”, en fin, lo mismo de cada cuatro años y, que de cumplir se quedarían sin argumentos para futuras elecciones.
Lo raro es que suben al poder y empiezan a hacer todo lo contrario de lo prometido. Sacan ases de la manga. Si hubiesen anunciado esas triquiñuelas en sus campañas, nadie hubiese votado por ellos.
No podemos olvidar que un pueblo engañado por sus dirigentes es un pueblo frustrado; se torna inseguro, violento y autorizado para obrar de igual manera; o sea para engañar, mentir, asaltar en la buena fe, incumplir. El pueblo es fiel reflejo de sus dirigentes. La política es algo tan serio que no debe ser manejada por politiqueros.
Es tan grave no cumplir lo prometido como hacer cosas que ni siquiera se habían mencionado. Eso tiene una mala presentación, da la impresión de que se estuviese engañando al elector. Se delinque así, por omisión y por acción.
Qué bueno sería que aspirantes a Alcaldía y Concejo tuvieran ideas claras sobre necesidades del municipio y no las de ellos. Así evitaríamos improvisadores haciendo babosadas en dichos cargos e impediríamos que el municipio cargara con el San Benito de tener que aguantar su mediocridad cuatro años, ya que son irremplazables durante todo ese tiempo y ellos lo saben.
Guadalajara de Buga merece nuestra atención. Diga al candidato que tiene en mente para ser elegido concejal: voto por su gestión no por Usted. Diga a su presunto diputado: voto para que nos represente dignamente en la duma y, digámosle a quien pudiéramos elegir como Alcalde: trabaje para su pueblo no para sus intereses particulares.
Exijamos a los candidatos que se están postulando, claridad en sus ideas y pensamientos. Procuremos que los organismos de control cumplan con su deber; ¡denunciemos mediante veedurías efectivas!